lunes, 28 de febrero de 2011

Primera Parte Examen Parcial: Entrevista a Julio Cortazar "El Boom Latinoamericano



Julio Cortazar, nació en Bruselas, Bélgica, en 1914. De padres argentinos, vivió a partir de los cuatro años en Argentia, país al que pertenece por sangre, formación y lenguaje. En 1938 publicó, con el seudónimo Julio Denis, el librito de sonetos  Presencia. Viajero impenitente e intelectual abierto, fue uno de los protagonistas del boom de la literatura latinoamericana. Estos escritores consiguieron, a través de sus encuentros literarios y conferencias en diversos foros tanto de Estados Unidos como de Europa, sus relaciones con editoriales, sus colaboraciones con la prensa europea, un reconocimiento internacional para su obra, que, sin renunciar a sus raíces culturales, se universalizó tanto en temas como en estilos. Así, lo que empezó siendo un lanzamiento editorial de una nueva narrativa se convirtió en una presencia renovadora constante de la literatura, debido, por supuesto, a la calidad de las obras. Gran parte de su obra constituye un retrato, en clave surrealista, del mundo exterior, al que considera como un laberinto fantasmal del que el ser humano ha de intentar escapar. El Cortázar de los cuentos ha creado escuela por sus propuestas sorprendentes, su aprovechamiento de los recursos del lenguaje coloquial y sus atmósferas fantásticas e inquietantes que pueden emparentarse con las de los relatos de su compatriota Jorge Luis Borges. El ritmo del lenguaje recuerda constantemente la oralidad y, por lo tanto, el origen del cuento: leídos en voz alta cobran otro significado. Lo curioso de estos relatos es que el lector siempre queda atrapado, a pesar de la alteración de la sintaxis, de la disolución de la realidad, de lo insólito, del humor o del misterio, y reconstruye o interioriza la historia como algo verosímil. Entre sus aportes a este movimiento se encuentran Bestiario (1951), Las armas secretas (1959), uno de cuyos relatos, El perseguidor, se ha convertido en un referente obligado de su obra; Todos los fuegos el fuego (1966); Octaedro (1974), y Queremos tanto a Glenda (1981). Entre el relato y el ensayo imaginativo de difícil clasificación se encuentran Historias de cronopios y de famas (1962), La vuelta al día en ochenta mundos (1967) o Último round (1969). También escribió algunos poemarios como Presencia (1938), Pameos y meopas (1971) o Salvo el crepúsculo (póstumo, 1985).  Hay quienes califican al Boom, como una estrategia de mercadeo, un plan de las editoriales para vender más,  Cortázar rebate esta idea, argumentado que muchos escribieron lejos de americana latina, él personalmente escribió su obra en soledad, sin ningún apoyo editorial.  Cuando los grandes editores notaron que las obras de los autores latinoamericanos se vendían, los buscaron.


No hay comentarios:

Publicar un comentario