Son considerados los poetas Negros de Latinoamérica, no por el color de piel, si no porque estos dos poetas estaban obsesionados al escribir sin temor alguno con una visión oscura de la vida, la muerte, la ironía, la angustia, que indudablemente tiene al final un fondo religioso
A estos dos poetas se les conoce como “los poetas negros”, las posibles razones, son varias:
se caracterizan por escribir con dolor, dificultades y preocupaciones, plantean su poesía con fatalidad. Con reflejo trágico de existencia que empapa todo de tristeza y lo transforma en desesperación.
se caracterizan por escribir con dolor, dificultades y preocupaciones, plantean su poesía con fatalidad. Con reflejo trágico de existencia que empapa todo de tristeza y lo transforma en desesperación.
Esa es una de las razones mas populares para que se les denomine de esta forma a estos dos grandes poetas que a pesar de no tener el deseo de expresar con bellas palabras las bellezas, siempre lograron cautivar y lograr la identificación de muchos.
Penetran en el subconsciente, están cansados y más que cansados, enfermos de la vida. No logran encontrar plenamente su lugar en este mundo y sin embargo tienen la capacidad de apreciar el arte que este les muestra.
Tanto, Vallejo como Storni , tenían la piel morena, negra, como muestra el poema de Alfonsina “Tu me quieres blanca” en donde expresa el blanco en la piel, de pureza y santidad, características que ella consideraba no profesar, esta es otra razón por la que muchas veces se les denomino poetas negros.
Hice el libro así:
Gimiendo, llorando, soñando, ay de mí.
Mariposa triste, leona cruel,
Di luces y sombra todo en una vez.
Cuando fui leona nunca recordé
Cómo pude un día mariposa ser.
Cuando mariposa jamás me pensé
Que pudiera un día zarpar o morder.
Encogida a ratos y a saltos después
Sangraron mi vida y a sangre maté.
Sé que, ya paloma, pesado ciprés.
O mata florida, lloré y más lloré.
Ya probando sales, ya probando miel,
Los ojos lloraron a más no poder.
Da entonces lo mismo, que lo he visto bien,
Ser rosa o espina, ser néctar o hiel.
Así voy a curvas con mi mala sed
Podando jardines de todo jaez.
Alfonsina Storni
En el rincón aquel, donde dormimos juntos
tantas noches, ahora me he sentado
a caminar. La cuja de los novios difuntos
fue sacada, o talvez que habrá pasado.
Has venido temprano a otros asuntos
y ya no estás. Es el rincón
donde a tu lado, leí una noche,
entre tus tiernos puntos
un cuento de Daudet. Es el rincón
amado. No lo equivoques.
Me he puesto a recordar los días
de verano idos, tu entrar y salir,
poca y harta y pálida por los cuartos.
En esta noche pluviosa,
ya lejos de ambos dos, salto de pronto...
Son dos puertas abriéndose cerrándose,
dos puertas que al viento van y vienen
sombra a sombra.
César Vallejo
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